...yo no quiero domingos por la tarde...

Siempre hay un quiebre, un vacío, un punto final
Siempre van a quedar palabras que querríamos haber dicho
tenerte en suspenso, no es algo muy saludable para mi cabeza...
la ilusión de que quizás estés ahí para mi, no solo confunde... sino que lastima al punto de sentir que ya no tengo 17 años y a estas alturas de mi vida realmente no puedo soportar ciertas cosas...
Le agradezco a Dios el orgullo que tengo marcado a fuego en mi piel... pero le suplico también que me deje abrir los ojos y ver mas allá de un pasado que ni siquiera llega a agarrarme, sino que apenas roza mis dedos y me incita a querer volver...
pero volver a la nada misma...
al vacío
Nadie sabe lo que es el amor...
después del tiempo empecé a pensar...
que es eso que te fascina y después se consume, haciendo mas largo el duelo que el mismísimo amor que se pudo compartir...
No somos mas que criaturas que tratan de volver constantemente a un punto de estabilidad...
No miedo... no dudas... no mas dolor en el pecho ante las palabras de alguien mas...
Yo no soy quien... pero soy esa que muy en el fondo no encuentra una buena razón para todo lo que la rodea...
la que prefiere no intentar para no sentir rechazo
la que muchas veces busco felicidad de la manera mas fácil
la que se arrepiente de infinidades de cosas, y la que en este preciso momento no le encuentra demasiado sentido a esta etapa de desamor que el destino me viene deparando desde hace un buen rato...
Todos los domingos suelen ser así, medios desgarradores y medio inútiles... pero creeme... esta vez fue totalmente diferente.